domingo, 26 de febrero de 2012

22. Huida

//Narra Cristalice// Escupí parte de sangre furiosa. Maldito, su golpe si me había dañado. Intente liberarme de las cadenas, pero las habían reforzado para que no fuera sencillo escapar. Además, cada movimiento en falso había que un dispositivo soltará agua bendita sobre mi piel. El dolor era insoportable. Anoche escuche sus planes. Al parecer, los muy estúpidos olvidaron que en mi prisión había un pequeño tragaluz y fueron a planear todo a mis oídos. Tenía que avisar a Kara. Pero... ¿Cómo? Estaba atrapada y sin oportunidades de salir.

Medite la idea toda la noche, en parte no sentir la necesidad de dormir, era práctico en estos momentos. No quedaría mucho para el alba ni para que la búsqueda diera comienzo. Oí unos pasos en el pasillo y se me ocurrió una descabellada idea. Zarandeé la silla hasta tirarme al suelo por un costado.

"¡AAH!" Funciono, oí como los pasos apresurados se dirigían a la puerta. Escuche el teclear de un código y la puerta se abrió.

"¿Qué ocurre?" Mire al camaleón y deguste su aroma. Un nuevo. Claramente era mi día de suerte.

"A-ayuda...la silla volcó" El novato me miro inseguro durante unos momentos. Pero aun no había abandonado su naturaleza humana, lo podía sentir, por lo que se agacho para ayudarme a erguirme. "Gracias" Lo mire y puse la voz lo más sensual que pude. Su mis recuerdos no eran mentira, mi camiseta debería de tener una amplia raja cerca de mis pechos creando un exuberante escote.

"N-no fue na-da..." Que mono, se había puesto nervioso. Decidí seguir con el juego a pesar de sentirme algo asqueada conmigo misma. Pero Caos nos da nuestros "regalos" para usarlos.

"¿Sabes? Me siento muy sola y bueno...teniendo en cuenta que tu me tienes que vigilar, ¿por qué no me vigilas y me haces compañía?" Sonreí y lo mire fijamente. Tal y como planeé el chico cayó ante mis encantos. No habrían ni pasado media hora cuando llego lo que esperaba.

"Vuestras manos, permitid me sanarlas" Libero mis esposas y las lanzó lejos. Estuve muy agradecida hasta que noté su mano sobre mi mejilla. Conocía esa mirada "Eres muy hermosa..." Forcé mi sonrisa ocultando el asco. ¡Iba a besarme! Le seguí el juego y cuando vi que cerraba sus ojos, lo mordí en el cuello extrayendo su sangre sin llegar a matarlo. El cuerpo cayo desplomado y aproveche para levantarme.

"Gracias guapo, te debo la eternidad" Lo arrastre hasta lo que parecía una cama. Al menos, hasta el intento de robarme un beso, se había portado bien conmigo.

Una vez que deje el cuerpo tumbado, mire a la puerta.  Si salía por ahí podría toparme con varios sujetos que no se lo plantearían dos veces en matarme. Por lo que  me deguste con el traga luz. Era pequeño, pero arranque con cuidado varios ladrillos hasta hacer un cuadrado por el que podría escapar sin problemas. Mire al exterior, no había nadie por lo que corrí hacía mi libertad. Cuando ya me encontré a varios kilómetros de distancia, tome mi móvil y busqué en la agenda. Tendría que estar por alguna parte. Impaciente tecleé con rapidez hasta que vi en la pantalla el numero y en letras verdes <<Llamando...>> Me lo pegue en la oreja esperando a que cesara el continuo pitido.

"¿Diga?"

"Buenas, ¿cuánto tiempo? Necesito tu ayuda es muy importante que robes las dos esmeraldas del caos que guardan en museos antes del alba"


"¡Cris! Espera, ¡queda una hora para el amanecer!"

"Se que tu puedes, siempre me has ayudado cuando lo necesitaba. ¡Por favor, Kara y los demás están en peligros como no lo consigas!"


"...Esta bien"

"Sabía que podía contar contigo" Sonreí triunfante. Sabía que él jamás me fallaría

"Solo dime donde tenemos que encontrarnos para entregártelas"

"¿Por qué no recordamos viejos tiempos?"

"¿Te refieres a..."

"Así es, mucha suerte espero vernos pronto" Corte la comunicación y me escondí tras unos árboles. Debía avisar a Kara, Rouge y Sonic en menos de una hora. Eche a correr sorteando la vegetación. Estaba lejos de mi casa, pero no desistiría. Si ese bastardo quería las esmeraldas no sería para nada bueno.

//Narra Shadow//

Todos parecían sorprendidos tras la aportación de información de Jet. Yo por mi parte me retire a mi habitación. Mientras caminaba sentí los ojos de mi manada a mis espaldas. Ya en mi cuarto me derrumbe en la silla y me lleve las manos a la cabeza.

"Shadow..." Ángel me miraba apoyado desde la puerta. Me recompuse y lo miré con frialdad

"¿Qué quieres?"

"Creo saber quién tiene a Cris..."

"..." Me levanté y le di la espalda. Paseé mi mano por el escritorio hasta encontrar lo que buscaba. Tome el medallón y jugueteé con él en mis manos " Sé esa información mucho antes de te encontrásemos..."

"¿A qué te refieres?" Exclamó sin entender el zorro mientras yo cerraba los ojos y reía

- Hace más años que los intentos de Eggman de conquistar el mundo :B-

Caminaba ausente sin sacarme de un momento su rostro de mi mente. Cuando recordé aquel lugar. Si, yo había estado ahí antes con ella. De pronto, sentí un aroma familiar. Me concentré en buscar su procedencia ya que era la misma mezcla de rosas con vainilla al que siempre olía Kara. Cual fue mi sorpresa al descubrir que aquel aroma llegaba de bajo tierra. Alterado empecé a cavar.

"Kara, Kara, ¡Kara aguanta!" Pero una vez la tierra fue apartada, no vi el rostro de la eriza azulada, a una niña de larga cabellera gris que le llegaba hasta los pechos. Su vestido rosa yacía roído y ensangrentado. Sinceramente el estomago se me hizo un nudo al ver la mutilación que debió sufrir la pequeña. No debería ni llegar a los 16.

Con el estomago encogido volví a enterrar el cadáver. Respire hondo y agradecí que no fuera la persona que pensaba la enterrada. Alcé la vista y a lo lejos descubrí una casa. ¡Era la casa donde vivía Kara! Corrí rápido hasta ella y me asuste ante lo que ví. Todo estaba destrozado y el suelo estaba manchado de sangre. Me adentre un poco más en silencio buscando a la eriza cuando pise algo. Sentí mi mundo caer al ver el medallón que la regale meses atrás bañado en sangre. Lo tomé y olfateé. Aquel olor...

"Vampiros... ¡NO!" Solté el medallón y retrocedí. No quería. No podía... Entonces como si los aromas formaran figuras, la obra repesento ante mis ojos lo sucedido en aquella sala. Reconocí el olor de un viejo vampiro con el que tiempo atrás había tenido disputas. Apreté los dientes y el colgante. Drake iba a pagarlo muy caro.

-Fin del falshback :B (Eggman: Qué dijiste de mí insolente ò_ó!? Yo: emm owoU... ¡pasamos a publicidad :D! O.oU)

"¿¡Entonces por qué no haces nada!?" El zorro se me encaro y lo mire haciéndolo silenciar. Entendía su inquietud, pero no soportaba que dudaran de mis actos.

"Solo aguardo"

"¿¡Aguardar!? ¿¡Aguardar a que la maten!?" Me tomo de mi vello en pecho y alzándome mirándome furioso.

"No la mataran"

"¿¡Cómo puedes estar seguro!?" Me empezaba a molestar que alguien tocara mi hermoso vello por lo que me libere.

"Porque la necesitan"

"¿¡L-la necesitan!?"

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